En enero de 2024, la Guardia Civil de Sevilla descubrió que una pareja de nacionalidad nicaragüense había contratado a inmigrantes senegaleses en situación irregular para trabajar en la recolección de frutos en varias explotaciones agrícolas de la provincia. Los inmigrantes eran obligados a trabajar largas jornadas sin descanso, en condiciones abusivas y con salarios muy bajos, acumulando una deuda de más de 7.000 euros. La pareja aprovechó la vulnerabilidad de los inmigrantes que necesitaban enviar dinero a sus familiares en Senegal.
Durante la misma operación, fue investigado un empresario agrícola español que contrató a los inmigrantes sabiendo que estaban en situación irregular, y no los inscribió en la Seguridad Social, lo que les privó de asistencia sanitaria y prestaciones laborales.
Una de las víctimas sufrió un accidente laboral y no recibió asistencia médica inmediata, siendo llevada al servicio de urgencias por los trabajadores del centro de acogida después de finalizar la jornada laboral.
La investigación fue llevada a cabo por el Equipo ROCA de la Guardia Civil de La Rinconada, el Equipo de Mujer y Menor (EMUME) de la Comandancia de Sevilla e Inspección de Trabajo. Los detenidos han sido puestos a disposición del juzgado en funciones de guardia de Sevilla.