Organizaciones nicaragüenses reflexiona sobre situación de sociedad civil en el exilio

La Articulación de Movimientos Sociales (AMS) reunió en San José, Costa Rica, a organizaciones nicaragüenses de diversos sectores, como movimientos feministas, ambientalistas, organizaciones de victimas, defensores, artísticos, población LGBTIQ+ e indígenas. Estas organizaciones compartieron sus desafíos al cumplirse siete años de las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

«Venimos haciendo un trabajo de hormiga y ese es el trabajo que estamos haciendo. Exponemos la situación sociopolítica que vive el país, la exponemos en cualquier escenario o foro. Ahí está una familia de AMA, ahí está una madre valiente. AMA lo que busca es justicia», dijo a Infomedio Cornelio Rivera, delegado de la Asociación Madres de Abril.

Gabriel Potoy, representante del Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX), dijo a Infomedio que el número de presos, según el mecanismo, son 57 los oficiales. «Pero también recordemos que hay presos en su casa y hay gente trabajadora del Estado que está en casa por cárcel. Si tomamos en cuenta eso, son más de 90 presos políticos. Tenemos una campaña para visibilizar a los presos políticos. Semanalmente sacamos la bibliografía de nuestros hermanos presos políticos o de nuestras hermanas presas políticas. También sacamos a relucir sus enfermedades», respondió.

«El Movimiento LGBTIQ, como tal, sabemos que no hay una aglomeración, pero sí hemos estado participando en muchas acciones, como cuando hablaban de plantones. Antes, en el proceso, estábamos trabajando con diferentes movimientos y grupos conformados cuando se abrió la gaza de la reforma penal. Ahí se dispararon muchos movimientos de diversidad y salió la frase: ‘Se ha alborotado una cochonada‘. No se alborotó; lo que pasa es que ya estaba y estaba reprimida. Empezamos a hacer cosas de la mano del Movimiento Feminista y se lograron algunos avances. El Movimiento LGBTIQ se quedó en una posición bastante latente y, ahorita, en Nicaragua, inerte. Se están haciendo cosas como VIH, que ya se venían haciendo, y el tema de construir habilidades como cocina y belleza. Pero el tema de hablar sobre los derechos como tales, de identidad, familia diversa y reconocimiento de expresión de género está en un punto muerto», expresó Athiany Larios, del Movimiento LGBTIQ.

Las organizaciones nicaragüenses en el exilio continúan buscando la unidad como un eje fundamental para enfrentar los desafíos que atraviesan. Aunque algunas agendas y temas relevantes quedan en segundo plano, el esfuerzo colectivo por mantener viva la lucha y visibilizar las injusticias sigue siendo el motor que impulsa a estos movimientos.

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