La Organización de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (OPIA) ha emitido un comunicado donde se pronuncian por los diez años de la «masacre contra los pueblos indígenas de la Moskitia nicaragüense». La organización denuncia que, a una década de los hechos, la violencia continúa y los crímenes permanecen en la impunidad.
El comunicado de OPIA, titulado «Pronunciamiento 09-2025», señala que desde 2015 la población indígena ha enfrentado una «grave situación de violaciones a sus derechos humanos». Atribuyen esta violencia a la invasión de colonos en territorios indígenas, lo que ha provocado pérdidas culturales y de autodeterminación, así como el desplazamiento forzado y la destrucción de viviendas.

OPIA destaca que el Estado de Nicaragua mantiene una «impunidad» en los casos de violencia contra los pueblos indígenas, a pesar de las denuncias y evidencias presentadas. El texto menciona que la «reforma constitucional política de Nicaragua» y la «Ley de Territorio Fronterizo Ley No. 1258» no han logrado mejorar la situación.
El organismo lamenta que, a pesar de las promesas de paz, sus comunidades han sufrido asesinatos, secuestros y desplazamientos. La organización acusa al Estado de Nicaragua de continuar un «patrón colonizador» que discrimina y aniquila la identidad de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
El comunicado finaliza con la exigencia de «Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición» para los pueblos indígenas y afrodescendientes.