Los oficiales de fronteras en Costa Rica interceptaron a un nicaragüense que ingresaba por un paso no habilitado, transportando una gran cantidad de fármacos, incluyendo antibióticos que requieren receta médica en el país del sur.
Según informaron las autoridades, los medicamentos eran trasladados sin registro sanitario y habían sido sometidos a altas temperaturas y humedad, lo que incrementaba el riesgo de adulteración y ponía en peligro la salud pública.
Debido a estas irregularidades sanitarias y tributarias, el cargamento fue decomisado y remitido al Ministerio de Salud para su destrucción.