El nicaragüense Cristopher Barbas, junto con su esposa Maipú Fonseca, se presentaron a una cita migratoria de seguimiento para presentar pruebas de su matrimonio el 25 de febrero. Sin embargo, el proceso de la cita se vio interrumpido cuando Fonseca fue trasladada a otra sala y le informaron que Barbas sería detenido.
«Después de que nos entrevistaron por separado, me llevaron a un cuarto y me informaron que mi esposo sería detenido y que tenía una orden de deportación. Me puse a llorar y a preguntar qué estaba pasando y por qué estábamos en esa situación, si él no había cometido ningún delito», narra Maipú Fonseca a Noticieros Univision.
Barba llegó en 2018 a Estados Unidos con un programa humanitario, pero durante la pandemia de COVID-19 no asistió a una cita en la corte. «Fueron razones fuera de su alcance, no tuvo una notificación clara. La notificación de la corte no tenía ni fecha ni hora. Normalmente, este tipo de caso ya debería haber sido aprobado. Nos hicieron una entrevista el año pasado (2024), entendemos que todo iba bien, y ahora recibimos una segunda entrevista. Esperamos la aprobación, pero vemos que ha sido un movimiento calculado de ICE para traerlos a esta entrevista, donde le van a aprobar la petición», declara el abogado de Barba, Nicolás Aguado.
«Están violando los derechos, no están sacando delincuentes, están sacando a todo el mundo. Él es una persona trabajadora que llegó a este país a trabajar en la construcción, no tiene días libres, y que lo traten como a un delincuente está rompiendo familias y corazones», expresa Fonseca, esposa de Barbas
El abogado alega que el nicaragüense no presenta un récord criminal e interpuso un recurso legal para detener la deportación, pero no se sabe dónde se llevaron a Cristopher Barbas.
