Los arrestos por migración en Washington se duplicaron en junio bajo la administración Trump, con más de 275 detenciones. Solo un tercio tenía antecedentes penales, lo que refleja un cambio hacia cuotas más agresivas.
El promedio diario de detenciones aumentó un 85 % respecto a 2024. La mayoría de los detenidos son hombres latinoamericanos, especialmente de México, Venezuela, Guatemala, Honduras, Colombia y Nicaragua. ICE justifica sus acciones señalando que muchos “no delincuentes” podrían ser una amenaza, mientras organizaciones civiles denuncian discriminación racial y violaciones al debido proceso.
Además, crece el uso de deportaciones aceleradas sin audiencia judicial, lo que ha despertado preocupaciones legales. Se aprobó una inyección de 170 mil millones de dólares para expandir estas políticas, posicionando a ICE como la mayor agencia federal de seguridad.
Los datos provienen del proyecto de Datos sobre Deportación de la Universidad de California, Berkeley y, aunque no abarcan todas las detenciones, ofrecen la visión más completa hasta ahora sobre el alcance de esta ofensiva.