Marco Rubio anuncia cancelación de subvenciones por $214 millones

El secretario Marco Rubio informó que, bajo su dirección, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha cancelado 139 subvenciones por un valor total de 214 millones de dólares. Según Rubio, estas medidas buscan evitar el financiamiento de programas que considera equivocados, como «Construyendo el Movimiento Liderado por Trabajadoras Domésticas Migrantes» en el Líbano y «¡Fuera los trolls!» en el Reino Unido.

Rubio destacó que estas acciones forman parte de un esfuerzo por «limpiar el desastre» dejado por la administración anterior y reconstruir una agencia que priorice los intereses de Estados Unidos. La decisión ha generado diversas reacciones, tanto de apoyo como de crítica, en el ámbito político y social.

«La asistencia extranjera bien hecha puede promover nuestros intereses nacionales, proteger nuestras fronteras y fortalecer nuestras asociaciones con aliados clave. Desafortunadamente, USAID se desvió de su misión original hace mucho tiempo. Como resultado, las ganancias fueron demasiado escasas y los costos demasiado altos«, escribio Rubio en X.

La administración Trump continúa enfocándose en recortar iniciativas de financiamiento extranjero que, según argumenta, no se alinean con la «ayuda que salva vidas» ni con las prioridades estratégicas y de seguridad nacional del país. A principios de este año, el gobierno interrumpió casi toda la asistencia exterior de Estados Unidos mientras el Departamento de Estado llevaba a cabo una revisión que se retrasó en febrero debido a una disputa judicial que ya ha sido resuelta. Estos recortes han impactado de manera significativa a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), cuya inversión se ha reducido en aproximadamente un 80%.

X de Marco Rubio:

«Los contratos 5200 que ahora están cancelados gastaron decenas de miles de millones de dólares en formas que no sirvieron (y en algunos casos incluso dañaron) los intereses nacionales fundamentales de los Estados Unidos».

«En consulta con el Congreso, tenemos la intención de que el 18% restante de los programas que mantenemos (aproximadamente 1000) ahora se administren de manera más efectiva bajo el Departamento de Estado».

Los recortes en la ayuda brindada por Estados Unidos han impactado significativamente diversos programas sociales en América Latina, generando un retroceso en áreas clave como la educación y el desarrollo social. Frente a gobiernos autoritarios, estas iniciativas resultaban fundamentales para que las comunidades y los ciudadanos tuvieran acceso a información sobre derechos humanos. Además, proyectos esenciales, como el programa de agua potable para las zonas rurales impulsado por USAID, han quedado suspendidos bajo la administración de Trump.

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