Gentrificación en Costa Rica: Transformación y Desplazamiento

La gentrificación es un fenómeno, caracterizado por la renovación urbana y la llegada de residentes con mayor poder adquisitivo, ha suscitado controversia y preocupación entre los costarricenses. Para algunos, la gentrificación representa una oportunidad de revitalizar zonas deterioradas y atraer inversiones; otros, sin embargo, temen el desplazamiento de comunidades y la pérdida de identidad cultural.

Wendy Molina Varela, socióloga

Wendy Molina Varela, socióloga, nos explica los tipos de gentrificación: «El concepto originalmente se entendió dentro de contextos urbanos, donde esto sucede gracias a un proceso de renovación urbana, por ejemplo, de un barrio. Sin embargo, con el tiempo se han estudiado otras formas de gentrificación, como la rural o la gentrificación por turismo», expresa Molina.

Desplazamiento local por alto costo de vida

Cuando la gentrificación se instala en una comunidad, la forma de vida tradicional cambia. «Ocurre una expulsión indirecta cuando en una zona se elevan demasiado los precios de la tierra y el estilo de vida de comercio local encarece, obligando a los habitantes a cambiar de residencia», explica Molina.

Selva Baker, originaria del Caribe Sur costarricense, solicita que se regule la venta de tierras a personas con alto poder adquisitivo. «No estamos solas, no estamos solos en esta lucha, somos muchas las personas afectadas. No espere a que lo desalojen de su casa para preocuparse y ocuparse, porque esto está ocurriendo con frecuencia en las costas, desplazando a personas locales en favor de grandes hoteles. ¿Quiénes están ganando? Porque las comunidades no. Nos prometen trabajo, pero ¿de qué calidad? ¿Con qué salario? ¿Con garantías sociales? Normalmente no. Realmente están sacrificando el bienestar de nuestras comunidades y nuestro entorno natural», expresa Baker.

Selva Baker

Brecha de la renta

En áreas donde la gentrificación avanza con firmeza, se observa entre las personas locales una creciente brecha de renta. Es aquí donde se manifiesta el aumento del costo de vida en comparación con el nuevo estilo de vida del sector gentrificado. «El perdedor es quien vende su terreno a un precio subvalorado en un contexto de gentrificación, lo que hace que la tierra se abarate. Sin embargo, debido al desarrollo, el costo de compra puede ser muy elevado. Según con lo que he investigado en Costa Rica, la ganancia por metro cuadrado en el contexto de gentrificación en la Gran Área Metropolitana supera de 2 a 3 veces el metro cuadrado en ciudades como CDMX, México, Santiago de Chile y Buenos Aires, Argentina», destaca Molina.

Gentrificadores del primer mundo

Para Adrián Leyton, habitante de Guanacaste, la gentrificación es un tema de clase. «Es un tema de raza; dependiendo de tu nacionalidad y con qué pasaporte vienes, tienes la posibilidad de moverte o no en Costa Rica. Para muchos estadounidenses en Tamarindo, Sámara y Nosara, ellos sí tienen la posibilidad de movilizarse y hacer lo que quieran con nuestros recursos», expresa Leyton.

Desplazamiento a la periferia

El desplazamiento provocado por la gentrificación hace que los habitantes locales se asienten en la periferia de las ciudades. «La población se va a la periferia o zonas rurales en transición, donde perdemos calidad de vida urbana, aumentamos los tiempos de viaje, incrementamos lo que invertimos diariamente en costos de transporte y aumentamos el costo de bienes y servicios en las zonas rurales alejadas. Todo esto crea condiciones de empeoramiento de la calidad de vida», menciona Molina.

Propuestas de políticas públicas

Wendy Molina Varela recomienda algunas opciones para detener la gentrificación en Costa Rica: «Las políticas públicas para detener la gentrificación están prácticamente ausentes. Una medida es tener planificación urbana, un plan regional o local que, a largo plazo, pueda definir las zonas donde se deben permitir construcciones, conservar el medio ambiente, y dedicar áreas a la agricultura, turismo y servicios, para que el desarrollo del territorio sea sostenible en el tiempo. En algunas ciudades se manejan el congelamiento y regulación de los precios de los alquileres, una figura que en Costa Rica no existe; solo hay directrices muy tímidas para mantener los aranceles de alquileres», mencionó Molina.

Ariel Robles, diputado del Frente Amplio, dijo que han tomado la iniciativa de presentar ante la Asamblea Legislativa una serie de proyectos de ley destinados a detener los efectos negativos de la gentrificación. «Hemos presentado dos proyectos: uno relacionado con el acceso a las playas para garantizar que sigan siendo públicas, y otro para que las ASADAS (Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales en Costa Rica) no sean ocupadas únicamente por personas extranjeras con visas temporales. No queremos que una visa de 6 meses permita a una persona extranjera ocupar un cargo de decisión de dos años sobre el agua, que afecta a las comunidades locales», afirmó el diputado Robles.

¿Cómo se hace frente a la gentrificación, sin caer en xenofobia?

«En realidad, cuando luchamos contra la gentrificación, luchamos contra un patrón de crecimiento del territorio independiente de la nacionalidad de quienes lo habitan. Al permitir estos procesos invasivos de urbanización, en Costa Rica, debido a la ausencia de planes de ordenamiento, estamos abriendo la puerta a una migración masiva. Creo que, en el caso de Costa Rica, no estamos equiparando tanto a la migración. Si lo hacemos en algún caso, estamos identificando muy bien si es una migración de altos ingresos, que es muy diferente de la inmigración que genera estigma y discriminación, que son las personas de bajos ingresos. No estamos mezclando ambos temas. Tal vez en otros momentos, en la década de los 90, se asociaba la inmigración de personas pobres con el asentamiento precario, lo cual fue otro mito, porque en realidad, en los precarios desde los 80, había mitad de ticos y de otras nacionalidades», responde Wendy Molina.

La gentrificación impacta a las diversas nacionalidades que residen en Costa Rica, elevando los costos de los alquileres, dolarizando precios y encareciendo bienes y servicios. Además, se observan cambios en los productos de los supermercados y una transformación cultural evidente en la provincia de San José, incluyendo áreas como Escazú, Santa Ana, Ciudad Colón, Barrio Escalante, San Pedro, Los Yoses y partes de La Sabana. Asimismo, en la provincia de Guanacaste, donde la gentrificación crece con más fuerza.

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