En un giro inesperado que transforma la dinámica del conflicto en Oriente Medio, Estados Unidos ha intervenido militarmente en la escalada entre Israel e Irán, confirmando ataques directos contra instalaciones nucleares iraníes. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump este sábado 21 de junio, representa una escalada significativa de las hostilidades y eleva la tensión a niveles sin precedentes en la región.
Según declaraciones del presidente estadounidense, bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea de EE. UU. llevaron a cabo una «operación exitosa» contra tres sitios nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Trump aseguró que todos los aviones regresaron «sanos y salvos» y destacó la destreza de las fuerzas armadas estadounidenses, calificando el momento como «histórico» para Estados Unidos, Israel y el mundo. La confirmación de estos ataques directos marca la primera vez que Estados Unidos asume un papel tan explícito en las hostilidades entre ambas naciones.
La intervención estadounidense ocurre en un contexto de creciente tensión militar entre Israel e Irán, que ha dejado víctimas en ambos lados. Israel afirma que sus ataques son esenciales para evitar que Irán progrese en el desarrollo de armas nucleares, una acusación que Teherán rechaza de manera rotunda.
Desde Washington, se había adoptado una postura de mediación, promoviendo la diplomacia. No obstante, la decisión del presidente Trump de atacar directamente las instalaciones nucleares iraníes indica un cambio drástico en la estrategia. El mandatario había manifestado anteriormente su frustración ante la negativa de las autoridades iraníes a negociar restricciones a su programa nuclear y había establecido un plazo para decidir sobre una posible acción militar.
La comunidad internacional sigue con creciente alarma la escalada del conflicto. La decisión de Estados Unidos de intervenir directamente podría desencadenar repercusiones globales, desestabilizando aún más una región ya sumamente volátil y generando profundas dudas sobre el futuro del programa nuclear iraní y la seguridad en Oriente Medio. La respuesta de Teherán a esta intervención directa de Washington se espera con gran expectativa, mientras el mundo permanece atento al próximo episodio de esta peligrosa confrontación.
