Emprendimiento nicaragüense: El hilo que teje la historia de Diskreta

Zeneyda María García Osorio, nicaragüense de 44 años, nació “en un lugarcito cerca del puente de Paso Caballo”, entre Corinto y Chinandega. Su vida dio un giro el 13 de septiembre de 2002, cuando decidió salir de Nicaragua con miedo, ansiedad, pero también con la ilusión de un nuevo cambio. Dejó a su hija bajo el cuidado de su madre y, aunque fue difícil, tuvo el respaldo de su familia y de Maximiliano, su pareja.

“Recuerdo mi primer día en Costa Rica como si fuera ayer. Llegamos a la frontera y tuvimos que esperar porque pasaba la antorcha de la independencia. Cuando llegamos a San José era de noche y dormí en la agencia con las personas que viajaban conmigo. Fue incómodo, pero sabía que alguien me esperaba aquí: mi cuñada y su esposo me brindaron su casa, comida y techo mientras buscaba trabajo”, recuerda.

Meses después de su llegada, Zeneyda recibió una noticia que cambiaría de nuevo su rutina: su esposo, quien había intentado buscar oportunidades en Estados Unidos, fue deportado y decidió reunirse con ella en Costa Rica. Poco a poco, la familia se fue integrando y reconstruyendo su vida. Con el tiempo, trajeron a la hija que había quedado en Nicaragua y tuvieron dos hijos más. Zeneyda, inquieta y con ganas de crear, empezó ayudando en una biblioteca y dando clases de bisutería a adultas mayores y sobrevivientes de cáncer.

Su primer emprendimiento fue la producción y venta de bebidas nicaragüenses como pinol, pinolillo y semilla de jícaro. Sin embargo, los trámites y permisos exigidos en Costa Rica para alimentos resultaron ser un obstáculo que la llevó a detener temporalmente ese proyecto.

Pero la creatividad de Zeneyda encontró un nuevo camino en la costura. Gracias a cursos, aprendió a utilizar máquinas industriales. Un pedido especial de 200 cartucheras que donó para niños de escasos recursos, fue el impulso que necesitaba para iniciar la confección de monederos, bolsos y porta toallas sanitarias. Su primera venta fue una porta toallas a la profesora de la escuela de su hijo, y desde entonces su proyecto ha crecido.

El camino hacia la estabilidad, sin embargo, no fue solitario. Personas refugiadas como doña Zeneyda encontraron un respaldo clave en las estructuras de la comunidad de acogida, demostrando el poder de la articulación y la red.

La Asociación Comunitaria Humanitaria para el Refugiado (ACOHURE), se convirtió en un pilar fundamental para el proyecto, que finalmente se registró bajo el nombre Diskreta. El apoyo fue tangible desde el principio: personas como don Maykel Fernández y doña Ligia Abarca, miembros de la ACOHURE, incluso contribuyeron al diseño del logo de la marca.

El crecimiento de Diskreta es una historia de esfuerzo individual y respaldo mutuo. Don Mike, miembro de la asociación, resume la trayectoria:

“El crecimiento de la marca lógicamente ha sido vertiginoso, gracias a la calidad de su producto y ha sido a base de mucho esfuerzo de parte de doña Zeneyda, como todo lo que emprende esa familia.”

Esta colaboración se ha convertido en una sinergia constante. Douglas Hernández, fiscal de la ACOHURE, resaltó que la organización ha compartido publicidad de Diskreta en su página y en grupos de otras organizaciones, ampliando el alcance de la marca. A cambio, la marca se ha reafirmado como parte integral de la red:

“Diskreta ha aportado sus productos en todas las actividades que ACOHURE ha realizado desde que salió su marca, donando para cada evento: Día de la Madre, Día del Niño, Día del Padre y otras actividades.”

Aunque el camino no ha sido sencillo, Douglas concluye que el valor de la perseverancia es visible: “Ha sido un proceso muy complicado. Es difícil competir en el mercado, pero ahí va creciendo poco a poco. El cambio es muy notable: la calidad y la diversidad de productos son mejores hoy en día que desde su inicio.”

“Los momentos buenos, el calor humano y el apoyo de las personas allegadas le ganan a todo lo que pudo haber sido malo”, asegura Zeneyda. Hoy, sueña con expandir su marca, distribuir sus productos al por mayor, que llegue a más personas y mantener el compromiso de ayudar a quienes lo necesitan.

Además, Zeneyda expresa su disposición para compartir sus conocimientos, brindar talleres y crear redes con organizaciones que trabajen con mujeres, con el fin de impulsar el aprendizaje y el crecimiento colectivo.

Su mensaje a quienes dejan sus países de origen es claro: “Si vienen de la mano de Dios y hacen las cosas bien, todo les va a ir bien. Que el temor que sienten al llegar a un lugar desconocido se vuelva seguridad al doble. Confíen en ustedes mismos; Dios nunca nos desampara.”

Zeneyda García, creadora, productora y distribuidora de Diskreta, demuestra su resiliencia desde la creatividad y da fe en que se puede transformar el miedo en oportunidades, y que los sueños pueden construirse con esfuerzo y dedicación, puntada a puntada.

Diskreta está presente en Facebook y TikTok como @Diskreta.

Las personas interesadas en sus productos o en colaboraciones pueden contactarla al +506 7079 7129.

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