El mundo lamenta la partida de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, quien falleció a los 88 años en la Casa Santa Marta. Su adiós pone fin a un pontificado que, desde su elección en 2013, revolucionó la Iglesia Católica con reformas significativas y una visión transformadora.
Desde el principio, Francisco marcó la diferencia al optar por una residencia modesta y prescindir de ornamentos ceremoniales. Su liderazgo destacó por su compromiso con los más vulnerables, la defensa de la justicia social y su firme combate contra la corrupción en el Vaticano.
Entre sus cambios más significativos, destacan:
- Reforma de la Curia: reorganizó la administración vaticana y otorgó mayor protagonismo a laicos en puestos clave.
- Transparencia financiera: fortaleció controles económicos y permitió auditorías externas.
- Protección de menores: estableció normas más estrictas contra el abuso sexual en la Iglesia.
- Inclusión y diálogo: promovió el acercamiento con otras religiones y permitió bendiciones pastorales a parejas en situaciones “irregulares”.
- Compromiso ambiental: impulsó la agenda climática con la encíclica Laudato si’.
Su muerte da inicio a un periodo de Sede Vacante, durante el cual la Iglesia se prepara para seleccionar a su sucesor a través de un cónclave. En estos momentos, el mundo honra la memoria de un papa que enfrentó desafíos para transformar la Iglesia y estrechar su vínculo con la vida y las necesidades de los fieles.