Tras finalizar el partido de fútbol entre las selecciones de Nicaragua y Haití, un grupo de ciudadanos japoneses se dedicó a recoger una parte significativa de los residuos dejados por la fanaticada en el Estadio Nacional.
La acción de limpieza se centró en la recolección de latas, botellas y otros desechos dispersos en las gradas y alrededores del recinto deportivo.

El hecho puso en evidencia la falta de civismo de los asistentes nicaragüenses en cuanto a la disposición adecuada de la basura en los espacios públicos.