Aunque la mayoría de las actividades económicas experimentaron un desempeño positivo, hubo sectores clave que mostraron retrocesos:
- Pesca y acuicultura: Reducción del -8.7%, posiblemente relacionado con factores climáticos adversos o cambios en las condiciones de mercado.
- Explotación de minas y canteras: Disminución del -0.5%, indicando un retroceso en actividades extractivas.
- Agricultura: Caída marginal de -0.3%, lo que podría reflejar desafíos como la baja en la productividad agrícola o problemas climáticos.
Sector turismo
En 2022, el sector de hoteles y restaurantes registró una tasa de crecimiento del 28.6%. Para 2023, esta cifra disminuyó al 24.3%, y en 2024 continuó su descenso, alcanzando el 10.7%.

Disminuciones en el enfoque del gasto
- Demanda externa neta: Registró un aporte negativo de -9.4 puntos porcentuales, impulsado por:
- Aumento en las importaciones (+12.0%), posiblemente vinculado a una mayor dependencia de productos extranjeros.
- Disminución en las exportaciones (-4.9%), que podría ser el resultado de la pérdida de competitividad en mercados internacionales.
Consumo final del gobierno: Descendió un -1.2%, principalmente por la caída del consumo colectivo (-2.2%). Esto podría implicar medidas de austeridad o reducción del gasto público en bienes y servicios colectivos.
A pesar de estas disminuciones, el crecimiento del 3.6% en el PIB real muestra cierta resiliencia en la economía, liderado por sectores dinámicos como la construcción y el comercio. No obstante, las caídas observadas en sectores específicos y en la demanda externa neta indican áreas que necesitan atención estratégica para estimular el crecimiento sostenido.