Argentina Osegueda, de 44 años, enfermera de origen nicaragüense, cuenta cómo ocurrió la tragedia en la que perdió a su hija de 1 año y 10 meses cuando fueron atacadas por sicarios en Mixco, Guatemala. Osegueda narra que iban a bordo de un taxi cuando fueron emboscadas a balazos, esto sucedió el 6 de julio de 2024.
«Solo oí los plomazos, cuando vi que a mi hija le entró una bala en la cara, cuando vi que mi hija se desangraba, dije: ‘¿Qué pasa?’. La agarré, vi la bala y eso destrozó a mi bebé. Vi su ojito morado y dije: ‘¡Se me murió mi bebé!’, recuerda Osegueda.»
Según el informe médico del hospital Roosevelt, la menor de edad recibió un disparo en la cara y falleció cinco días después de ser internada. Argentina también sufrió un impacto de bala en la columna. Los médicos le han indicado que la extracción del proyectil es muy peligrosa, lo que ha provocado un deterioro progresivo de su salud, dejándola sin poder caminar. Este suceso la ha dejado sin empleo y con deudas.
Argentina también lucha porque no ha recibido atención médica en el hospital Roosevelt debido a las amenazas al personal. «Tengo dos semanas sin recibir atención médica por los atentados. La verdad, no sé qué están haciendo las autoridades, porque a mí me sigue afectando el daño que me causaron», relata.
También cuenta que no ha recibido ni una llamada de la Policía, ni del Ministerio Público. Pido justicia para hija.