La Corte Suprema de los Estados Unidos ha decidido revocar el programa de Parole Humanitario que beneficiaba a 530 mil migrantes de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití . La medida supone un cambio significativo en la política migratoria del país y afectará directamente a miles de personas que habían ingresado bajo este mecanismo.
El Parole Humanitario permite a ciertos migrantes entrar a EE.UU. temporalmente por razones urgentes de interés público o humanitario. Su eliminación marca un giro en la administración de recursos migratorios y reaviva el debate sobre el futuro de quienes dependen de este programa.
Expertos en derecho y migración advierten sobre las posibles consecuencias, incluyendo la separación de familias, el aumento de solicitudes de asilo y presiones diplomáticas en países de origen. Mientras tanto, organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que tendrá en quienes buscaban protección y estabilidad en EE.UU.
El fallo de la Corte se suma a una serie de decisiones recientes que buscan endurecer las condiciones de entrada al país, reflejando una postura más restrictiva en el control fronterizo y la gestión migratoria.